Kinesiología significa estudio del movimiento.
La estructura de tu cuerpo se sostiene y se mueve gracias a un equilibrio de tensiones de tus músculos, tendones y ligamentos. En el día a día, tanto tus hábitos como tu predisposición, las lesiones, los conflictos emocionales o cualquier aspecto afectan directa o indirectamente al equilibrio de dichas tensiones. Es en este punto donde intervenimos con esta técnica para reequilibrarlas.
El testeo muscular de la kinesiología nos permite detectar el origen de una molestia que puede no tener nada que ver con aquello que percibes. Este dolor que tienes, por ejemplo, en el codo, puede provenir de algún otro conflicto que no se halla en tu codo.
La kinesiología da grandes resultados en un amplio abanico de afecciones como alergias, dolores, trastornos del sueño, desórdenes emocionales, problemas de conducta (en niños y jóvenes) y un gran número de tratamientos, así como que favorece la rehabilitación fisioterapéutica.